El analista político Enrique Zuleta Puceiro expuso este jueves en un taller virtual del Plan Estratégico Participativo (PEP) ‘Corrientes 2030’ que puso en marcha el Gobierno provincial para la firma del nuevo Pacto Correntino para el Crecimiento Económico y el Desarrollo Social. Analizó fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, entendiendo que “pensar el futuro debe ser un proceso de construcción social” y que los resultados requieren del “esfuerzo, paciencia y compromiso de toda la sociedad”. Ponderó así la institucionalidad y paz social en la provincia, colocando entre las materias pendientes las cuestiones de género y la inclusión social.

El taller se concretó a través de una videoconferencia en las plataformas Meet y Youtube, donde participaron más de 300 personas de distintos sectores: político, judicial, empresarial y no gubernamental. Se explicó en la ocasión la metodología que tendrán los talleres participativos que se desarrollarán durante el mes de noviembre, los cuales tendrán como ejes: Desarrollo, Modernización, Inclusión y Género. Todos los interesados pueden participar libremente en los mismos, inscribiéndose en el link https://forms.gle/6DU6bnHWMAGKQyRt6.

El encuentro virtual inició este jueves a las 19 con la bienvenida del ministro de Turismo, Sebastián Slobayen, luego el equipo técnico explicó la metodología de participación y finalmente el ministro de Coordinación y Planificación, Horacio Ortega presentó la exposición de Zuleta Puceiro.

Al iniciar, el consultor indicó que “comencé a trabajar en este plan desde sus comienzos, participé muy activamente de la reforma constitucional, una reforma que sigue siendo muy excepcional, es la única provincia que en un momento determinado, que fue el 2007, primero había hecho una política de acuerdos transpartidarios y había identificado un tema central que era el de la planificación participativa”.

“Y es una provincia que hace esto en 2007, agregó, afirmando que “en 2008 el mundo enteró entró en una crisis económica que fue y sigue siendo hasta el día de hoy una crisis de confianza. Es una revolución de expectativas, de valores y de identidades, son reclamos de derechos, de ciudadanía, de participación, de inclusión, de nuevas legitimidades, entonces el factor clave es la confianza”.

Siguió relatando que “en aquel momento un grupo de dirigentes, entre ellos radicales, peronistas y de todas las fuerzas, entendió que la clave para superar la desconfianza es poder indicarle a la sociedad hacia dónde se va. Porque cuando un gobierno, una sociedad, las instituciones o el grupo impulsor puede explicar hacia dónde se va es capaz de superar las dificultades”.

“La clave de la reforma de 2007 fue poner en la Constitución provincial la planificación, una cuestión de confianza antes que se presentara y que luego estalló en 2008 con una crisis internacional, con la crisis del campo, y comenzó una grieta, una política de confrontación que no ha parado. Estamos en un momento muy complicado”, sostuvo.

En este sentido, consideró que “se pierde la confianza, porque se pierde el sentido de la orientación. Sin embargo en Corrientes pudimos reformar la Constitución, firmar el primer Pacto entre 2011 y 2013, en 2019 la provincia es modelo del superávit primario. Y eso fue porque hay una sociedad que se juntó, porque generó condiciones de paz social y resistió las condiciones políticamente adversas”.

“Lo importante es saber hacia dónde vamos y el cómo es la clave para generar confianza social. Un buen gobierno es un gobierno legítimo y no bastan los votos para eso, se necesitan muchas otras legitimidades que complementan la legitimidad democrática que hacen a la vida republicana y el que no las tiene, por más que tenga los votos, no tiene la confianza”, agregó.

Sostuvo así que “un gobierno legítimo tiene que ser participativo, equitativo, transparente, eficiente, tolerante, pluralista, respetuoso del estado de derecho y de la primacía de las instituciones. Bajo esas condiciones, una sociedad puede hacer que ese gobierno sea merecedor de confianza”.

“En Corrientes hay una metodología de participación que es modelo con dos grandes ejes, la integración territorial y la calidad social. En el primer aspecto está la gobernanza local: la intramunicipalidad, la intermunicipalidad, la política fiscal, las inversiones estratégicas, la política habitacional, la movilidad social y muchas cosas nuevas que no teníamos en 2007 como la conectividad”, dijo para agregar que “hoy el grado de avance de una sociedad depende de que se incorpore a la sociedad del conocimiento y que sepa tomar decisiones basadas en evidencias, ganando así en innovación”.

“Todo esto hace que una sociedad gane en un concepto clave que es la complejidad económica: las sociedades que logran articular, mejorar, profundizar, ampliar el abanico de temas que cultivan son sociedades más sólidas que pueden resistir las crisis y pueden enfrentar los problemas de los que viene después, o durante, que es la calidad social”, indicó.

Al respecto, entendió que “la calidad social implica integración social, protección social, mejor seguridad, educación, salud, el patrimonio cultural y el turismo que en Corrientes son clave, porque es una de las sociedades culturalmente más desarrolladas de la Argentina”.

“La arteria central de este plan participativo es la empatía y necesita del pensamiento crítico, porque no hay verdades absolutas. Todas las ideas marcha sobre la prueba y el error, sobre las lecturas diferentes y esto hay que asumirlo como una condición de base para el planeamiento estratégico”, advirtió.

Y ejemplificó: “Hay una experiencia similar en Uruguay con un plan estratégico 2050, son una sociedad muy parecida a Corrientes”, considerando que en ambos territorios “hay esfuerzos exitosos de resolver cuestiones que pensábamos que eran estructurales, porque las sociedades que están transformándose son las que lideran los cambios”.

Luego afirmó: “Desde 2011 hasta acá, tenemos avances, fortalezas, debilidades, cuentas pendientes, amenazas, pero también oportunidades que tenemos que aprovecharlas y debemos identificarlas, por eso hay que seguir debatiendo todo el mes de noviembre”.

Y analizó: “En las fortalezas, Corrientes tiene una democracia que funciona con sus instituciones a pleno, tenemos paz social, hemos fortalecido la ciudadanía, pudimos mejorar la territorialidad, esto es central y el plan estratégico tuvo éxito en esto, consideramos nuevos liderazgos, gobierno locales, cambios generacionales, fortalecimos la sociedad civil, hoy son 300, en el anterior teníamos 160 y todo esto son fortalezas”.

“Pero también estamos atrasados en la inclusión social, padecemos indicadores de exclusión y de pobreza muy complicados que no son efecto únicamente de Corrientes, tiene que ver con el país donde estamos. Tenemos que recuperar la lucha contra la pobreza, a lo mejor tenemos que revisar los programas en ese sentido”, sostuvo.

Se refirió también a “otra debilidad: estamos muy atrasados en la perspectiva de género, no sólo los correntinos, sino los argentinos y no es cuestión de reclamar, porque es una cuestión de derechos y deberes”.

Agregó: “Otro punto débil es que no tenemos todavía un mecanismo de mediación de los conflictos, porque las cosas que faltan hacer en Corrientes suponen conflictos: los recursos naturales, generar nuevas oportunidades de trabajo, romper con privilegios implica conflictos naturales, pero necesitamos instrumentos para tratarlos de una manera constructiva. Tenemos que aspirar en este plan estratégico a desarrollar los mecanismos de prevención y mediación de los conflictos que no pasan por la judicialización”.

“Estamos débiles también en generar nuevas oportunidades de trabajo, pero principalmente porque estamos en el contexto de un país en crisis y tenemos que debatir ahora en el marco de las nuevas tendencias globales. Corrientes está en uno de los entornos más favorables de la región, en el medio de Uruguay y Paraguay con la hidrovía”, señaló.

Finalmente, Zuleta Puceiro destacó que “la cláusula primera de la Constitución provincial es un intento de institucionalizar esta idea de pensar estratégicamente el futuro y cada uno de sus procesos son una construcción social”. Por lo tanto, el consultor pidió que “abandonemos la idea de pedirle todo al gobierno, el desarrollo es un cultivo que requiere el esfuerzo, la paciencia y el compromiso de toda la sociedad”.