El intendente recorrió parte de las 95 hectáreas, donde se desarrolla un ambicioso proyecto de compensación ambiental en el que se intervendrán 50 mil ejemplares de árboles nativos y se plantarán otros 20 mil más. Allí se trabaja fuertemente en la restauración del bosque, donde se habían producido sucesivas depredaciones. “Este es un lugar para jerarquizarlo; es una joya que tiene la ciudad de Corrientes”, recalcó.

La Municipalidad de Corrientes avanza en una fuerte apuesta en materia de sustentabilidad ambiental: la recuperación de la Reserva Natural Santa Catalina, un predio de enormes dimensiones en el que se restaurará la flora autóctona a través de la intervención de más de 50 mil especies y la plantación de otras 20 mil más, reforestando así el bosque nativo ubicado al suroeste de la ciudad.

En ese marco, el intendente Eduardo Tassano recorrió la Reserva Natural Santa Catalina, donde la primera etapa de esta ambiciosa propuesta se desarrolla en una superficie de 95 hectáreas que lindan con el río Paraná y el arroyo Pirayuí y que, recientemente, fue cercado con alambre para evitar el ingreso de pobladores de la zona y de animales (vacas y caballos) que, en los últimos años, ocasionaron la deforestación y degradación de la zona.

“Este es un lugar para jerarquizarlo, para seguir trabajando y es una joya que tiene la ciudad de Corrientes”, resaltó Tassano, al tiempo que aseguró que “la intención es delimitar las zonas que deben ser preservadas, evitar la depredación de los árboles y vamos a seguir en ese rumbo”.

Junto al viceintendente, Emilio Lanari; el secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Javier Rodríguez y el subsecretario de Planificación Ambiental, Alejandro Cristiá, el intendente recorrió el terreno e inspeccionó las labores de preservación forestal implementadas en el lugar. Allí, los técnicos municipales realizaron un relevamiento de las especies arbóreas y luego procedieron al corte de lianas, raleos y podas puntuales de ramas de árboles ya consolidados, acciones que se desarrollan con el objetivo de que las especies puedan coexistir de la mejor manera posible (evitando así las competencias por luz, espacio físico u otras dificultades).

Asimismo, a los ejemplares pequeños se los señalizó y se les colocó un tutor (vara) para promover y apuntalar su crecimiento. También se prevé plantar especies que fueron extraídas por la tala indiscriminada.

“Estamos viendo y aprendiendo mucho sobre las especies que hay. Básicamente, esto consiste en limpiar el monte que no sirve y jerarquizar el crecimiento de los árboles, con lo que buscamos tener un bosque que realmente sea transitable y que responda a lo que estamos necesitando”, sostuvo inicialmente Tassano.

“Estos son los terrenos de Santa Catalina que ya han sido designados para preservarlos. Nuestra intención es potenciar este cuidado de los bosques, delimitarlos y tener un mayor cuidado de preservación”, explicó el intendente. “Sabemos que a veces hay intrusos que cortan leña, se introduce ganado, y todo este tipo de cosas tenemos que evitarlas y cuidar este lugar como realmente es: una reserva natural”, reiteró.

OBJETIVOS

Mediante este proyecto, financiado por el Banco de Desarrollo de América Latina a través del Consejo Federal de Energía Eléctrica, se propone recuperar y manejar más de 50.000 renovales nativos (plantas de porte arbóreo en su adultez, como lapacho negro, timbó blanco y colorado, ibirá pitá guazú, guaraniná, ivirá pitaí, canelón, alecrín y espina corona, entre otras) dentro de las formaciones existentes en el predio. También comprende la disposición de 20.000 plantines de especies autóctonas que serán ubicadas, estratégicamente, dentro de los terrenos deforestados.

POR UNA CIUDAD SUSTENTABLE

De esta manera, la gestión municipal encabezada por Tassano busca generar puntos de reserva de biodiversidad y vida silvestre (vegetales y animales) y que esa zona se convierta en pulmón verde de la ciudad y en un área de amortiguación para evitar la erosión costera.

“La verdad es que estoy impresionado por la belleza natural del terreno. Son 95 hectáreas que van a ser recuperadas, y el día de mañana van a poder disfrutarlas todos los correntinos”, dijo por su parte el viceintendente.

LOS TRABAJOS, EN DETALLE

“Este es un trabajo de recuperación y restauración de bosques nativos. Este lugar, que tiene la característica de ser un monte ribereño en galería, ha sido depredado por la acción antrópica del hombre y por la intervención de ganado vacuno y ha perdido su estructura original”, explicó el subsecretario de Planificación Ambiental de la Municipalidad. “El trabajo que estamos haciendo es el de dotar de nuevo al bosque con el replantado de especies de árboles de estrato superior (altos y de copa grande), como el timbó o el yvyrá-pytá; y la remoción de algunos arbolitos de estrato inferior, como el ñangapirí o los aromos”, amplió.

“También se están identificando los retoños. Si son árboles que necesitan luz, se hace una pequeña abra para que le dé luz, y si es una especie que no necesita luminosidad pero sí espacio, se hace un raleo o se remueve la maleza. Es un trabajo técnico, punto por punto, con el objetivo de acelerar la regeneración natural del bosque”, resaltó Cristiá.

PULMÓN VERDE

El predio de Santa Catalina tiene una extensión de 2.387 hectáreas y está ubicado al sur de la ciudad. En 2012 pasó a la Municipalidad de Corrientes el manejo de esas tierras. En 2013 el Municipio lo declaró como área de expansión de la ciudad y determinó -al sur de dicho predio- la Reserva Natural, según lo establecido por el Código de Planeamiento Urbano. Allí se encuentran formaciones boscosas protegidas por la ley nacional Nº 26.331 y la ley provincial Nº 5.974 del año 2009, ambas de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos.

“El trabajo se realiza, en principio, en 95 hectáreas, con la intención del intendente de sumar muchas más, no solo desde la belleza natural, sino también desde un pulmón verde que la ciudad está necesitando, porque estamos lejos de lo aconsejado por la Organización Mundial de la Salud para las ciudades; así que todos estos parques que van a quedar, y en el futuro van a ser disfrutados por todos, sirven para poder acercarnos a los estándares internacionales que se necesitan”, valoró finalmente Lanari.