Desde Penguin, Kevingston o Lacoste hasta marcas propias como Cameron, la planta instalada en Laguna Brava produce telas de punto para el mercado local, nacional e internacional. A pesar de la pandemia de Covid-19, han sabido mantenerse en pie gracias a la fabricación de productos diferenciados.
Con más de 40 años de trayectoria en el mercado de tejido de punto, Textil Iberá es la primera empresa textil argentina en garantizar su calidad según las más exigentes normas internacionales. Fue una de las primeras empresas en adherirse a Hecho en Corrientes y sus tejidos son la materia prima de primeras marcas a nivel nacional e internacional.
En una visita del equipo del programa Sello Correntino, junto a la flamante directora de Industria del Ministerio de Industria, Trabajo y Comercio, Mariel Gabur; el jefe de producción de Textil Iberá, Dionisio Cañete, condujo un recorrido por el lugar y dio un repaso por la historia y la actualidad de la planta instalada en el barrio Laguna Brava de la capital correntina.
Textil Iberá forma parte de Norfabril, un grupo empresarial integrado verticalmente a partir del tejido, y se especializa en la producción de telas de punto, mientras que la empresa Norfabril San Luis fabrica y comercializa prendas. En Corrientes se producen tejidos 100% algodón y mezclas. “Trabajamos haciendo tejidos de punto para marcas como Penguin, Cheeky, Lacoste, Kevignston, entre otras, y propias como HD o Cameron. Un 10% de la producción se exporta a Uruguay”, comentó Cañete.
Gabur subrayó la importancia de la empresa ya que “más allá de la calidad de sus telas, que es destacable, da trabajo a más de 80 correntinos. En las políticas de estado debemos priorizar el trabajo que se está dando a nuestros comprovincianos y el esfuerzo que está haciendo la empresa en estos momentos de pandemia para seguir adelante”, comentó.
Inicios
El origen de la empresa se remonta a 1979 cuando el grupo Norfabril instaló la planta de Textil Iberá a pocos kilómetros del centro de la capital correntina para autoabastecerse de la materia prima utilizada en la producción de indumentaria de algodón, que la empresa elabora desde 1975.
La recomendación de instalarse en Corrientes vino por parte de la familia Seferián, propietaria de la hilandería y textil Tipoití.
“Las primeras máquinas se compraron con un crédito de 1 millón de pesos del Banco de Corrientes, eran 8 máquinas circulares de origen italiano y allí se empezó con la tejeduría, con una capacidad instalada de 300 toneladas anuales”, recordó Cañete.
Con el correr de los años y a través de la incorporación de maquinaria alemana e italiana de última generación, Textil Iberá fue incrementando su capacidad de producción. Hoy la planta ocupa 6.000 m² y su capacidad productiva ronda las 4.000 toneladas de tejido de punto anuales.
La planta, que comenzó con once trabajadores, hoy ya cuenta con un plantel de más de 80 y en muchos casos ya son la tercera generación de las mismas familias de los pioneros. Cerca de cuatro de cada cinco empleados son oriundos de Laguna Brava, lo que indica la relevancia y el arraigo de la empresa en el barrio.
En 1998 lograron la certificación ISO 9002, recertificando las sucesivas actualizaciones de la norma hasta llegar, en el año 2015, a la certificación de la norma ISO 9001.
“Nuestro agregado de valor es la calidad. Tenemos la certificación ISO 9001 y siempre mantenemos el mismo estándar. También hacemos productos diferenciados. El cliente nos pide algún desarrollo y nuestros mecánicos se esmeran para buscar un punto nuevo o un artículo que nos diferencie del resto”, destacó Cañete.
Respecto del proceso de producción, el jefe de planta explicó: “El cliente nos hace un pedido de fabricación, por ejemplo, un jersey para remeras, allí el mecánico viene con una ficha técnica, pone a punto la máquina y se larga el pedido, se empieza a tejer. Las máquinas trabajan una determinada cantidad de vueltas para obtener una pieza. El pedido generalmente viene por 150, 300 o 600 kilos. Una vez que se fabrica eso, pasa a la parte de tintorería, el laboratorio baja una especie de receta de cocina de acuerdo al pedido del cliente y se hace el teñido. Luego va al pesado y después al revisado, que es el control de calidad del crudo. Allí se detectan todas las fallas de calidad que puedan tener las piezas y quedan registradas en un sistema que es monitoreado desde Buenos Aires. Dependiendo de la falla que sea, en algunos casos, se pueden reutilizar para un color especial”, agregó.
Producir en el contexto de la pandemia
“Este año, por la pandemia Covid-19 estamos produciendo un 30% de lo que producíamos en 2019. Estuvimos al comienzo un tiempo con la planta cerrada y luego reabrimos, pero hoy sólo un 60 por ciento de los empleados está trabajando, el resto está en sus hogares porque forman parte de algún grupo de riesgo”, repasó Cañete.
En este contexto, destacó el impulso que le agrega a la producción el contar con el Sello Correntino: “Llevar la marca Hecho en Corrientes nos ayuda a tener visibilidad, al igual que contar con las normas ISO 9001. Da a conocer nuestros productos y los levanta. Son 40 años de estar en Corrientes, arrancamos con poco pero fuimos progresando con mucho esfuerzo. Siempre avanzamos de a un pasito, no siempre dos, pero nunca ninguno”, reflexionó.
En ese sentido, la directora de Industria, Mariel Gabur, resaltó “el compromiso desde el Ministerio de Industria, Trabajo y Comercio y desde la Dirección es aportar todo lo que esté a nuestro alcance para que sigan trabajando en Corrientes y sigan creciendo, haciendo crecer a la provincia y a nuestros comprovincianos”.
Textil Iberá es una de las más de 300 empresas adheridas a Hecho en Corrientes, la marca administrada por el Ministerio de Industria, Trabajo y Comercio que busca identificar, distinguir y potenciar a las empresas locales.
Los interesados en llevar la marca Hecho en Corrientes, pueden acceder a los requisitos ingresando en www.hechoencorrientes.com.